CONCIERTO DE IRON MAIDEN EN LIMA
Debo ser honesto, me ha costado mucho tiempo volver a escribir aquí, la verdad fueron muchos factores, flojera, cansancio, aburrimiento... que se yo. Tal vez debo pedir disculpas, no se, a ti que de casualidad estas leyendo esto... ó a mi mismo por no darme esa oportunidad de expresarme. Si así fuera el caso por favor, te pido perdón.
Intro
Con mucha nostalgia a mis amigos de la "horda metalera" de ayer y de hoy...
Llego el día esperado 26 de marzo, fui a trabajar a la empresa como de costumbre , solo que esta vez no llevaba mochila, solo mis eternos jean y polo negro, algunos de mis compañeros sabían que ese día era el concierto (el que no lo sabia era mi jefe). Asi que con la excusa de ir a mis clases de topografia en la UNI, pude salir a las 5 de la tarde. Lo que me sorprendio era que Yanina (si ella, la "reyna") iba ir tambien al concierto, ella si pidio permiso pero para otra cosa. asi que nos pusimos de acuerdo para irnos en el mismo taxi juntos. La diferencia era que ella iria a la parte de atras del estadio y yo estaria adelante en "2 minutes...". Iba bien pertrechado con mi camara de fotos, con suficiente memoria para video.
Llegamos al estadio a eso de las 6 de la tarde aproximadamente, en verdad me sorprendio que hubiese habido gente que acampara uno ó dos dias antes, para tener una buena ubicación, en mi caso yo llegue tarde, no hice cola y tuve una muy buena ubicacion adelante en el sector donde me toco ir.
La banda nacional M.A.S.A.C.R.E. inicio a las 6:50 pm, cuando la impaciente fanaticada ya abucheaba los anuncios que se proyectaban en las pantallas gigantes (el rosquete de la Chola Chabuca y los personajes de América Televisión). La banda de Coqui Tramontana estuvo a la altura de las circunstancias, interpretando sus clásicos, ayudó para ello la excelente condición del sonido y el apoyo de la mancha metalera que se identificó con “Hasta el final”, “En el infierno” y “Brutalidad” entre otros temas. Miguel Angel “El Loco” Cervantes tomó el micrófono para interpretar “El Hechicero”. La despedida con “Fuego en el alma” fue lo mejor de la presentación. El grupo reivindicó el genero y tomó representación de los 20 años de metal peruano, aderezando sus arengas con ajos y cebollas. como debe ser.
Acto seguido se armó la escenografía para la aparición de LAUREEN HARRIS, la hija del fundador de Iron Maiden, ella a pesar de ser poco conocida en el medio (mejor dicho, a nadie le importaba) y no tener las mismas onda musical que su padre se ganó rápidamente el apoyo del publico saludando en un castellano masticado . Se movió por todo el escenario poniéndole energía a las canciones (”Steal your fire”, “Natural Thing”, “Your Turn” y “Come on Over”, entre otras) personalmente me gusto mucho la performance de sus musicos. A diferencia de otras ciudades Lima si aplaudió.... bueno, si no su viejo se asaba.
Luego de media hora de espera, al borde de las 9 pm, las luces del escenario se apagaron y se escucharon los compases de "Doctor, Doctor", el cover de UFO, luego se encendieron las pantallas laterales para mostrar un pequeño video con el fondo de la canción "Transylvania", donde el protagonista era el Ed Force One y las multitudes que ya habían recibido a La Doncella en el mundo. Emotivo. Todos los fanáticos sabían que en cuanto se escucharan los ruidos de viejos aviones Spitfire empezaría lo bueno, así fue y ese sonido vino con el clásico intro en video de los aviones de guerra y la proclama de Churchill en junio de 1940.
Unos segundos más y las luces del escenario mostraron un fondo y decorados egipcios y entonces aparecierón: Bruce Dickinson, Steve Harris, Dave Murray, Adrian Smith, Nicko McBrain y Janick Gers. No era un sueño, en carne y hueso, La Bestia estaba con nosotros Aces High desató la locura. Años, décadas de impotencia al ver que Maiden iba de aquí para allá y nunca recalaba en nuestras costas, el público entregó todo de si para corear este y todos los temas. Siguió Wrathchild y luego el gran 2 Minutes to Midnight, que mostraba el excelente estado de la voz de Bruce Dickinson, tanto se había leído al respecto pero era cosa de escuchar y creer. Luego vino la primera de muchas intervenciones de Bruce, hace un alto para saludar al público y darnos la mala noticia que en el aeropuerto tuvieron problemas con la pirotecnia (incluso nos hizo una mímica de que es piroctecia haciendo ruidos) asi que esa noche no habria explosiones, pero para calmar las ansias de la gente dijo que volvian en el 2011. Al fondo del escenario (que tenia una especie de tarima con una temática egipcia del disco Powers) habia una especie de cortinas que corrian en cada canción y lo que se veia representaba a los dibujos (o mejor dicho parte del artwork) del disco al que pertenecía la canción.
Siguió Children of the Damned y luego Phantom of the Opera, The Trooper y Wasted Years (personalmente mi favorita), la gente que ocupaba las tribunas no dejó de saltar y corear los temas, no había nadie sentado. Phantom of the Opera, desde sus clásicos acordes iniciales desató una euforia que se superponía a la anterior. The Trooper mostró a Dickinson con uniforme rojo, sosteniendo la bandera británica en una mano y recorriendo la parte superior del escenario, las manos se alzaban al cielo y el grito era unánime "¡Maiden!, ¡Maiden!, Maiden!". Bruce cual mago ante sus discípulos sólo lanzaba una arenga: "¡Scream for me Lima!".
Luego vino Rime of the Ancient Mariner en una versión muy interesante y extensa, con buenos intercambios entre las guitarras y el bajo, . El viejo Nicko desde los tambores también hacía de las suyas. Bruce se puso una capa negra encima estilo "Monje Loco" y todo era como trasladarse a un viejo barco fantasma. Muchas banderas peruanas y alguna británica también ondeaban en la cancha.
La potente Powerslave mostró a Bruce con una máscara en el rostro, recurso escénico que decía lo mucho que ponían los Iron's en sus presentaciones. Luego la extraordinaria Run to the Hills.
Hace rato habíamos pasado la hora de concierto, los compases de Fear Of The Dark y el coro que obligaba a que todos repitieran "¡¡Uuuooohhhhh!!" como si fuera un mantra, en un momento alguien lanzó una bandera peruana al escenario y creo que fue Janick Gers quien la recogió y la llevó consigo adjunta al mástil de su guitarra y estuvo un buen rato haciendo gala del pendón.
Hallowed be Thy Name, justo despues de esa canción recibo una llamada: "¿o'e donde estas?, me preguntan... era mi amigo Raul, que llego junto con su hermano Luis, pude decirle que me encontraba a 8 metros frente al la torre de sonido, apareciendo luego de unos minutos, el es mi parta del alma y muchas veces hemos coincidido en varios conciertos, vino trayendo una camara de video.
Luego llegó uno de los momentos más esperados Ironman, la aparición de Eddie cyborg, paseándose por el escenario, se que es algo que cualquier fanático ha visto mil veces en los videos pero ver en vivo al gigante es como verlo por primera vez y las eternas pregunta que uno se hace ¿Como hacen para hacerlo? ¿Es un muñeco? ¿un hombre?...¿ó en verdad es un ser real salido de las tinieblas?. Con este tema se cerró el concierto, aunque sabíamos que era cosa de corear ¡Iron Maiden! a voz en cuello para ver regresar a los monstruos.
El retorno se dio por supuesto, con la risa demoníaca de The Number Of The Beast, el descanso fue breve por lo que gritar ¡Six, six, six the number of the beast! fue tarea titánica, pero había que hacerlo. Ya sabíamos que eran tres temas en el encore, por lo que cuando sonaron los compases de The Evil That Man Do ya nos íbamos despidiendo del concierto más potente y sentido de todos los ocurridos en Lima, guardando en la retina las imágenes de todo lo visto y agradeciendo mil veces la suma de factores que llevaron a que esto ocurriese.
Llegó Sanctuary y yo trataba de imaginarme como estarían en la zona The Trooper allí adelante, supongo que a punto de desfallecer por la entrega que fue pareja e indesmayable. Bruce paró en medio tema y lanzó la despedida, presentando a los integrantes -digo genios- uno por uno, aplausos y gritos a granel. La promesa de volver a verlos era lo que rondaba nuestras cabezas. Sanctuary retomó su infernal sonido de guitarras y así se fue extinguiendo -más de 120 minutos después- este memorable concierto. Al salir del escenario Nicko lanzó por segunda vez sus baquetas a la multitud cercana ¿Quién habrá cogido los sagrados maderos?
La salida fue también otro momento… la gente se apretujaba en los corredores y puertas coreando ¡Iron Maiden! ¡Iron Maiden! ¡Iron Maiden! y el mar humano aún en trance cantaba aquí y allá los temas. Es increíble comprobar cómo el influjo de un puñado de creadores puede generar verdaderos cataclismos sociales, privilegio de pocos ciertamente.
un detalle que hay que mencionar son los problemas que de hecho se vieron, como la falta de ocupación de las tribunas Oriente y Occidente, quizás por los altos costos de los palcos, que deslucía la imagen de un estadio que debió estar abarrotado. También se sintió en falta lo de la pirotecnia, queda por aclarar a que se debió en realidad. También faltó Eddie Momia, que ha sido puntual en su aparición en otros conciertos de la gira. Por otro lado en ciertos momentos vi que algunos fanáticos -probablemente pasados de vueltas- subían por el enrejado de las tribunas ganando el césped de la zona Run to the hill, cosa irresponsable pues podría haberse generado una avalancha en ese sentido. Lo otro es también protestar por el excesivo costo de las cervezas, gaseosas, sánguches y otros. Pero no me hice problema, no compre nada.
Me sentia satisfecho, salí del estadio contento, fue un gran show, en la calle me compre un poster del tour, para mi colección, asi que con mi pata Raul y con su hermano Luis, nos fuimos caminando y comentando las incidencias del concierto, hacia la avenida Arenales, donde tomamos el Taxi de regreso a Chorrillos.
Gracias Maiden... fue un espectacular concierto y una noche inolvidable.
